Esta vez veremos cómo adaptar correctamente las recetas a tus moldes. El Porqué en las recetas siempre se debería indicar qué molde usar.
El motivo no es otro que, no es lo mismo una masa de 1kg en un molde redondo de 15 cm con una altura de 10 cm que en uno de 15 cm pero de sólo 5 cm de altura. ¿Y por qué? os estaréis preguntando. Pues porque la masa no tiene la misma altura en uno que en otro, y eso afecta a su correcta cocción.
Así que os voy a presentar el tema lo más sencillo y resumido que puedo porque es largo, largo, largo.
Cuando queremos saber qué molde usar en una receta que no nos indica cual, lo que tenemos que hacer es buscar el volumen tanto de la receta como del molde y la forma más fácil de hacerlo es en mililitros o kilogramos.
No, no sufráis que no vamos a empezar con las fórmulas que todos odiamos en el instituto y que casi nos cuesta la salud entenderlas y peor aún aplicarlas ; ) Ya sabéis que yo todo fácil y sencillo al máximo que no estamos para trotes.
Cogemos una jarra medidora llenita de agua y la vertemos dentro del molde hasta su borde. El agua que nos haya cabido es la capacidad del molde en mililitros o kilogramos (1 ml = 1 gr).
Ahora con calculadora en mano o de cabeza los más despiertos, sumamos todos los ingredientes de la receta previa conversión a una única medida. Ya sea mililitros o kilogramos.
Así que el molde que hemos medido no nos sirve para un bizcocho pero sí para una mousse. Para Las masas que crecen en el horno debes escoger un molde con el doble de capacidad que la masa. En el caso de la mousse es correcta porque cabe y sobra ya que nunca se deben llenar los moldes hasta arriba del todo.
Si tenemos una receta que sí indica el molde necesario pero no tenemos exactamente ese molde y queremos utilizar otro. Como os comentaba arriba no es lo mismo un molde con una profundidad que otra, con un diámetro u otro ya que la masa no se comporta igual. Si hacemos eso debemos tener en cuenta dos aspectos.
Uno de ellos es hallar la profundidad del molde, si es la misma podremos sustituirlo sin más.
Como son muy similares sí podemos sustituir un molde por otro sin necesidad de tener en cuenta nada más ni hacer ninguna otra modificación.
Truco 1: No sé si conocéis el libro "La Biblia de los Pasteles" de Rose Levy Beranbaum, pero aunque es un poco tedioso de leer contiene un material muy valioso. Además las pocas fotos que hay son del delicado trabajo de Patricia Arribálzaga.
Allí podréis encontrar información infinita sobre este tema, ahora también os digo que necesitaréis un Máster en Matemáticas avanzadas : ( (yo me tuve que buscar un amigo para que me tradujese : O )
Espero que este post os ayude mucho a que vuestros pasteles sean cada día mejor y no tengáis más la duda de ¿Por qué me habrá quedado seco?, ¿Por qué me habrá quedado demasiado húmedo?.
Hola Xènia, muy interesante y útil todo... pero con lo del "número pi" me has matao, jajajaja. Me veo a partir de ahora con la báscula y la calculadora en la cocina. Un beso enorme! Jon de lacucharitadepostre
ResponderEliminarBon dia Jon! ja, ja...Lo que digo que necesité un amigo numeritos es cierto, llegó un momento que yo que soy de letras ya no sabía qué tenía que calcular ; )
EliminarPero luego empecé a simplificar y hacerlo por la cuenta de la vieja y pude escribir un post fácil.
Un Abrazo!
Gracias, Xènia...súper útil! Seguro que le sacamos partido a este post!
ResponderEliminarMe alegro que us guste!
EliminarSuper interesante y súper útil... gracias!
ResponderEliminarbesos
Hola Aisha, muchas gracias Maestra Galletil!
EliminarUn Beso.
Muy util!! Gracias!
ResponderEliminarMe alegro que te sea útil Lianxio! Gracias por tu comentario.
EliminarUn Saludo.
Muy útil Xénia, es cierto que no todas las recetas son aptas para los distintos moldes que tenemos.
ResponderEliminarBon dia Verónica, sí qué rollo lo de los moldes. Siempre necesitas el que no tienes. Si tuviéramos que tener todos deberíamos vivir en la Mansión de Dinastía, ja, ja.
EliminarUn Beso.
Qué útiles estos consejos, la verdad es que hacía un poco como en tu primer consejo, con agua y añadiendo aproximadamente el peso de los ingredientes por lo que veo que no iba mal desencaminada.
ResponderEliminarEl libro no lo conozco pero investigaré, viniendo de tu mano seguro que es imprescindible.
Si es que ya digo yo que tu eres MU apañá!!
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Ja, ja, doncs t'anirà be!
ResponderEliminarYo guardaré tu explicación cerquita, porque seguro que la visitaré mas de una vez. Imposible acordarme de todo. Hacer fácil lo difícil en el arte de la cocina, muchas gracias, Xénia. Un abrazo.
ResponderEliminarAins espero que te sirva mucho, mucho.
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Muy interesante! Para tener en cuenta y que no se caiga la mezcla adentro del horno... Alguna vez me pasó!
ResponderEliminarGracias por compartir! Un beso.
Ja, ja, sí y que rollo para limpiar luego el horno
EliminarUn Abrazo
Muy útil!! Yo siempre lo hago a ojo, pero un par de veces no he elegido el mejor molde por no saber la capacidad real, así que con esta info ya no me volverá a pasar :)! Gracias Xenia, un abrazo!!
ResponderEliminarAins ese ojo con la repostería, que es el arte de la alquimia y no se puede hacer a ojo...ja, ja,
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Menos mal que está tú ahí para salvarnos la vida a las más inútiles jaja Cuántas veces se me habrá quedado o cruda o quemada la masa por no calcular estas cosas... :( Nunca más, prometo hacer caso a tu truco!!! :) Muuuua!
ResponderEliminarEps nunca más pasteles crudos ni quemados Sandra por favor. JA, JA.
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